SINOPSIS:
Elcaná tenía dos mujeres: Ana, que no tenía hijos, y Peniná, que sí los tenía. Ana lloraba mucho y pedía constantemente a Dios que la hiciera madre. Un día, en el santuario de Siló, hizo un voto a Yahvé: "Si me das un hijo varón, te lo entregaré para siempre". Tiempo después, concibió un hijo, lo llamó Samuel y lo presentó en el templo, ofreciéndolo a Dios. Llena de alegría, alabó al Señor con una oración: el Cántico de Ana.
REFLEXIONES:
- ¿Persevero en la oración con la seguridad de que obtendré lo que pido?
- ¿Alguna vez he tratado mal a alguien? ¿He sido soberbia, orgullosa?
- ¿He desafiado a Dios?